NUESTRA DECLARACION DE FE
Hay un solo Dios (Deuteronomio 6:4), quien es infinitamente perfecto (Mateo 5:48), y existirá eternamente como tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo (Mateo 28:19). Jesucristo es Dios y el hombre verdadero (Filipenses 2:6-11). Fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la Virgen María (Lucas 1:34-38). Murió en la cruz, el Justo por los injustos (1 Pedro 3:18), como un sacrificio sustitutivo (Hebreos 2:9), y todos quienes creen en El son justificados por Su sangre derramada (Romanos 5:1-9). Resucitó de los muertos de acuerdo con las Escrituras (Hechos 2:23-24). Ahora se encuentra a la diestra de la Majestad en los cielos, como nuestro Gran Sumo Sacerdote (Hebreos 8:1). Volverá de nuevo para establecer su Reino, justicia y paz (Mateo 26:64).
ARTÍCULOS DE FE O PUNTOS DOCTRINALES
Divinidad del Espíritu Santo
El Espíritu Santo es una persona divina (Juan 14:15-18), enviada para morar, guiar, enseñar, fortalecer al creyente (Juan 16:13; Hechos 1:8), y convencer al mundo de pecado, justicia y juicio (Juan 16:7-11).
Autoridad de las Escrituras
El Antiguo y Nuevo Testamento, infalibles como fueron entregados originalmente, fueron verbalmente inspirados por Dios y son una revelación completa de Su voluntad para la salvación de los hombres. Los mismos constituyen la divina y única regla de la fe y la práctica cristiana (2 Pedro 1:20; 2 Timoteo 3:15-16).
Pecado Original y Salvación
El hombre fue originalmente creado a la imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:27): cayó por su desobediencia, incurriendo en la muerte física y espiritual. Todos los hombres poseen naturaleza pecaminosa (Romanos 3:23), son separados de la vida de Dios, y pueden ser salvados únicamente a través de la expiación del Señor Jesucristo (1 Corintios 15:20-23). La porción de los cobardes e incrédulos es la existencia para siempre en consciente tormento (Apocalipsis 21:8), y la del creyente es felicidad y gozo eterno (Apocalipsis 21:1-4). La salvación ha sido proporcionada a través de Jesucristo a todos los hombres; y aquellos quienes se arrepienten y creen en Él vuelven a nacer en el Espíritu Santo, reciben el regalo de la vida eterna y se convierten en hijos de Dios (Tito 3:4-7 Y Juan 1:11-12)
Bautismo del Espíritu Santo
Es la voluntad de Dios que cada creyente sea lleno del Espíritu Santo y sea santificado (1 Tesalonicenses 5:23), siendo separado del pecado y del mundo sometiéndose a la voluntad de Dios, asimismo recibiendo el poder para llevar una vida santa y un servicio efectivo (Hechos 1:8). Esto es un testimonio y una experiencia progresiva originada en la vida del creyente luego de la conversión (Romanos 6:1-14).
Poder Sanador
Se hace provisión en la obra redentora del Señor Jesucristo para la curación del cuerpo mortal (Mateo 8:16-17). La oración por el enfermo y la unción con aceite se enseñan en las Escrituras y son privilegios para la Iglesia en la actualidad (Santiago 5:13-16).
El Cuerpo de la Iglesia
La Iglesia es constituida por todos aquellos quienes creen en el Señor Jesucristo, son redimidos por Su sangre, y vuelven a nacer en el Espíritu Santo. Cristo es la Cabeza del Cuerpo, la Iglesia (Efesios 1:22-23), la cual nos fue encargada por El para llegar al mundo como testigo, la predicación del evangelio a todas las naciones (Mateo 28:19-20). La iglesia local es un cuerpo de creyentes en Cristo quienes se unen para la alabanza a Dios, para la edificación a través de la Palabra de Dios, para la oración, hermandad, la proclamación del evangelio, y la observancia de las ordenanzas del Bautismo y de la Cena del Señor (Hechos 2:41-47).
Matrimonio
Dios creó el matrimonio. Es un pacto realizado entre un hombre y una mujer que los convierte en uno solo (Génesis 2:22,24; Mateo 19:5-6). Y cualquier otra enseñanza diferente a esta, va en contra de nuestra fe y de lo establecido por Dios.
La Resurrección y la Segunda Venida
Habrá una resurrección del justo y del injusto; para el primero, una resurrección a la vida (1 Corintios 15:20-23); para el segundo, una resurrección al juicio (Juan 5:28-29). La segunda venida del Señor Jesucristo es inminente (Hebreos 10:37) será personal y visible (Lucas 21:27). Esta es la esperanza bendita del creyente y es una verdad vital la cual es un incentivo para la vida santa y servicio leal (Tito 2:2-14).
Hay un solo Dios (Deuteronomio 6:4), quien es infinitamente perfecto (Mateo 5:48), y existirá eternamente como tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo (Mateo 28:19). Jesucristo es Dios y el hombre verdadero (Filipenses 2:6-11). Fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la Virgen María (Lucas 1:34-38). Murió en la cruz, el Justo por los injustos (1 Pedro 3:18), como un sacrificio sustitutivo (Hebreos 2:9), y todos quienes creen en El son justificados por Su sangre derramada (Romanos 5:1-9). Resucitó de los muertos de acuerdo con las Escrituras (Hechos 2:23-24). Ahora se encuentra a la diestra de la Majestad en los cielos, como nuestro Gran Sumo Sacerdote (Hebreos 8:1). Volverá de nuevo para establecer su Reino, justicia y paz (Mateo 26:64).
ARTÍCULOS DE FE O PUNTOS DOCTRINALES
Divinidad del Espíritu Santo
El Espíritu Santo es una persona divina (Juan 14:15-18), enviada para morar, guiar, enseñar, fortalecer al creyente (Juan 16:13; Hechos 1:8), y convencer al mundo de pecado, justicia y juicio (Juan 16:7-11).
Autoridad de las Escrituras
El Antiguo y Nuevo Testamento, infalibles como fueron entregados originalmente, fueron verbalmente inspirados por Dios y son una revelación completa de Su voluntad para la salvación de los hombres. Los mismos constituyen la divina y única regla de la fe y la práctica cristiana (2 Pedro 1:20; 2 Timoteo 3:15-16).
Pecado Original y Salvación
El hombre fue originalmente creado a la imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:27): cayó por su desobediencia, incurriendo en la muerte física y espiritual. Todos los hombres poseen naturaleza pecaminosa (Romanos 3:23), son separados de la vida de Dios, y pueden ser salvados únicamente a través de la expiación del Señor Jesucristo (1 Corintios 15:20-23). La porción de los cobardes e incrédulos es la existencia para siempre en consciente tormento (Apocalipsis 21:8), y la del creyente es felicidad y gozo eterno (Apocalipsis 21:1-4). La salvación ha sido proporcionada a través de Jesucristo a todos los hombres; y aquellos quienes se arrepienten y creen en Él vuelven a nacer en el Espíritu Santo, reciben el regalo de la vida eterna y se convierten en hijos de Dios (Tito 3:4-7 Y Juan 1:11-12)
Bautismo del Espíritu Santo
Es la voluntad de Dios que cada creyente sea lleno del Espíritu Santo y sea santificado (1 Tesalonicenses 5:23), siendo separado del pecado y del mundo sometiéndose a la voluntad de Dios, asimismo recibiendo el poder para llevar una vida santa y un servicio efectivo (Hechos 1:8). Esto es un testimonio y una experiencia progresiva originada en la vida del creyente luego de la conversión (Romanos 6:1-14).
Poder Sanador
Se hace provisión en la obra redentora del Señor Jesucristo para la curación del cuerpo mortal (Mateo 8:16-17). La oración por el enfermo y la unción con aceite se enseñan en las Escrituras y son privilegios para la Iglesia en la actualidad (Santiago 5:13-16).
El Cuerpo de la Iglesia
La Iglesia es constituida por todos aquellos quienes creen en el Señor Jesucristo, son redimidos por Su sangre, y vuelven a nacer en el Espíritu Santo. Cristo es la Cabeza del Cuerpo, la Iglesia (Efesios 1:22-23), la cual nos fue encargada por El para llegar al mundo como testigo, la predicación del evangelio a todas las naciones (Mateo 28:19-20). La iglesia local es un cuerpo de creyentes en Cristo quienes se unen para la alabanza a Dios, para la edificación a través de la Palabra de Dios, para la oración, hermandad, la proclamación del evangelio, y la observancia de las ordenanzas del Bautismo y de la Cena del Señor (Hechos 2:41-47).
Matrimonio
Dios creó el matrimonio. Es un pacto realizado entre un hombre y una mujer que los convierte en uno solo (Génesis 2:22,24; Mateo 19:5-6). Y cualquier otra enseñanza diferente a esta, va en contra de nuestra fe y de lo establecido por Dios.
La Resurrección y la Segunda Venida
Habrá una resurrección del justo y del injusto; para el primero, una resurrección a la vida (1 Corintios 15:20-23); para el segundo, una resurrección al juicio (Juan 5:28-29). La segunda venida del Señor Jesucristo es inminente (Hebreos 10:37) será personal y visible (Lucas 21:27). Esta es la esperanza bendita del creyente y es una verdad vital la cual es un incentivo para la vida santa y servicio leal (Tito 2:2-14).